Truman Capote decía: “Siempre hacen más ruido las latas vacías que las llenas. Lo mismo ocurre con los cerebros”. El objetivo de estas palabras es festejar, “hacer ruido”, ante la suerte que hemos tenido los profesores de tener un “cerebro lleno”, lleno de conocimiento pero también de saber estar, de educación, de constancia, de amabilidad y siempre con una sonrisa y una mirada llena de luz.